Junior enfrenta una baja sensible este fin de semana. Mauro Silveira recibió tarjeta roja en el reciente partido contra Unión Magdalena y la Dimayor lo sancionó con una fecha de suspensión, además de una multa de $284.700.
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El equipo barranquillero tendrá que reconfigurar su portería sin el arquero uruguayo, que se había convertido en un referente inmediato en la nómina.
Silveira llegó al Junior en junio de 2025 con un contrato de tres años, tras su paso por Montevideo Wanderers. Su fichaje fue visto como un salto de calidad en el arco y un respaldo de experiencia para un equipo que buscaba estabilidad defensiva.
Desde su debut, mostró carácter, reflejos y liderazgo en una zona que había generado dudas en temporadas anteriores.
La expulsión frente al Unión Magdalena no pasó desapercibida. El guardameta salió mal en un cálculo y cometió la infracción que le costó la roja directa. La acción derivó en el gol del rival y terminó marcando un partido que se convirtió en un doloroso tropiezo para los rojiblancos en el clásico costeño.
Su ausencia llega en un momento delicado. Junior necesita recuperar terreno en la Liga BetPlay y cerrar el semestre con opciones firmes de clasificación.
La baja de Silveira obliga al cuerpo técnico a mover el esquema defensivo y confiar en los arqueros suplentes, que tendrán la presión de responder en un escenario exigente.
Las estadísticas de Silveira, aunque aún con pocos partidos en Colombia, reflejan seguridad y orden en el fondo. Su sanción por una fecha parece corta, pero el golpe emocional y deportivo pesa más.
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Junior deberá demostrar que tiene variantes para sostener su ambición sin uno de sus refuerzos más importantes del año.
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