El colombiano Luis Díaz disputó su primer partido oficial de Champions con el Bayern Múnich, en un duelo exigente frente al Chelsea. El extremo arrancó como titular por la banda izquierda, una zona donde intentó desequilibrar desde el arranque, pero no logró convertirse en protagonista decisivo del encuentro.
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Díaz buscó sorprender con velocidad y diagonales hacia el centro. En los primeros minutos probó con un remate lejano que no encontró arco, una señal de su intención de aportar peso ofensivo. Sin embargo, la defensa del Chelsea se cerró con eficacia y limitó sus incursiones, obligándolo a retroceder en varias ocasiones para asociarse en la mitad de la cancha.
El guajiro mostró buenas conexiones con Serge Gnabry y Michael Olise, piezas clave del esquema de Vincent Kompany. Su aporte estuvo más ligado a abrir espacios y generar transiciones rápidas que a finalizar jugadas claras. Esa labor, aunque importante para el funcionamiento colectivo, no le permitió tener participación directa en goles ni asistencias.
En fase defensiva, Díaz respondió con compromiso. Presionó alto cuando Bayern perdió el balón y se replegó para ayudar a su lateral en el uno contra uno, una faceta que ha venido reforzando desde su llegada al fútbol alemán. Ese esfuerzo lo consolidó como un jugador útil dentro del plan del equipo, pese a no brillar con jugadas determinantes.
El debut de Luis Díaz deja sensaciones mixtas. Correcto en entrega y sacrificio, pero sin la chispa que lo caracteriza en ataque. El reto ahora será traducir su despliegue en goles y asistencias para consolidarse como referente en la Champions.
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