Libertad de Paraguay y River Plate de Argentina no pasaron del 0-0 este jueves en la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, disputada en el estadio La Huerta de Asunción. El encuentro, de pocas emociones y mucha fricción, dejó la llave abierta para definirse el próximo jueves en el Monumental de Buenos Aires.
Marcelo Gallardo, técnico de River, llegó a Paraguay con bajas sensibles tanto en defensa como en ataque. Esa merma se notó en el desarrollo del partido: el equipo argentino tuvo la posesión, pero careció de claridad para lastimar. Miguel Ángel Borja, delantero colombiano y máximo artillero del club en la temporada, tuvo un par de aproximaciones sin éxito y se notó aislado ante una zaga paraguaya bien plantada.
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En el medio, Kevin Castaño cumplió un papel discreto, más enfocado en labores defensivas que en la generación de juego. Por su parte, Juanfer Quintero, referente creativo del equipo de la ‘banda cruzada’, tampoco tuvo su noche más inspirada. Aunque dejó destellos de su calidad con cambios de frente y balones filtrados, no logró romper el cerrojo de la defensa millonaria.
El segundo tiempo mantuvo el mismo libreto: pocas llegadas claras y un ritmo más luchado que jugado. Libertad apostó a no perder en casa y River a no arriesgar más de la cuenta, pensando en cerrar la serie con su gente.
El ganador de esta llave enfrentará en cuartos de final al vencedor de Palmeiras vs Universitario, serie que los brasileños encarrilaron con un contundente 4-0 en Lima. Así, tanto Borja como Castaño y Quintero tendrán que dar un paso adelante en la vuelta si quieren seguir soñando con la gloria continental.
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