La historia de Pablo Sabbag parece sacada de una película. Salió de las canteras del Deportivo Cali, debutó en 2015 y rápidamente se proyectó como una de las promesas del fútbol colombiano.
Sin embargo, su camino tomó giros inesperados: jugó en Argentina y Portugal, brilló en La Equidad y en Alianza Lima, y hoy es figura del Suwon FC en Corea del Sur… pero no solo en el fútbol.
Con 24 partidos y 12 goles en la liga coreana, Sabbag se ha convertido en referente del equipo, aunque el máximo goleador es Jeon Jin-Woo, del Jeonbuk Hyundai, con 13 anotaciones.
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Aun así, el barranquillero ha dejado huella: es el primer futbolista sirio –por su doble nacionalidad– en marcar en la Copa Libertadores y en jugar en ligas como las de Portugal, Colombia y Perú. En Asia, además, encontró una plataforma inesperada para otra pasión: la música.
Según El Colombiano, en 2025 ha lanzado tres canciones de K-pop, combinando ritmos coreanos con sonidos latinos y letras en español y coreano. “Seúl”, su tema más reciente, nació del amor que siente por la cultura asiática:
“Desde que llegué a Corea me enamoré de su gente, su cultura y su música”, confesó el delantero.
El giro más sorprendente de su carrera llegó cuando decidió jugar para la Selección de Siria, dejando atrás el sueño de vestir la camiseta de Colombia ante la falta de oportunidades.
Aunque el equipo quedó eliminado del Mundial 2026, Sabbag sigue rompiendo esquemas: futbolista internacional y ahora cantante de K-pop, con estudio propio en casa y miles de seguidores pendientes de su doble faceta.
Pablo Sabbag, del gol al escenario, demuestra que el talento no tiene fronteras.
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