Como corresponde a dos equipos que se han enfrentado recientemente en las semifinales de la Copa Mundial de la FIFA y de la Liga de Naciones de la UEFA, Francia y Bélgica comenzaron este encuentro mostrando mucho respeto mutuo.
Eso se tradujo en un cuidadoso sondeo temprano, con Les Bleus más ocupados en la ofensiva mientras intentaban deshacer la defensa de cinco hombres de sus oponentes.Sin embargo, la primera emoción real llegó en el otro extremo.
Bélgica había caído en la rutina de esperar contraataques, pero fue a partir de un balón parado que casi se puso por delante. Kevin De Bruyne lanzó un tiro libre con arco hacia el área francesa que eludió a todos y obligó a Mike Maignan, que vio el balón tarde, a buscar una parada con los pies.
Eso presagió una racha positiva de los Diablos Rojos, que tuvieron la suerte de terminar la primera mitad empatados. Marcus Thuram cabeceó desviado un centro de Jules Koundé antes de que Aurélien Tchouameni disparara. Tchouameni también tuvo el primer mordisco tras el descanso, su disparo desde el borde del área desviado por Wout Faes y desviado por Koen Casteels.
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Francia presionaba, pero su puntería no era la adecuada. Thuram, Tchouameni y Kylian Mbappé enviaron disparos altos y William Saliba remató desviado, después de que Romelu Lukaku hubiera encontrado portería para Bélgica.
El delantero de la Roma puso a prueba a Maignan con un potente disparo, y el guardameta francés también estuvo a la altura de un disparo de De Bruyne.Parecía que los Diablos Rojos iban a hacer pagar a Francia por sus oportunidades desperdiciadas, hasta que finalmente llegó el gran avance.
El suplente Randal Kolo Muani fue el instigador, giró en el área y superó a Casteels con un disparo que desvió crucialmente a Jan Vertonghen. Tal vez sea duro para Bélgica, pero Francia llevaba mucho tiempo amenazando con atacar y ahora puede esperar con ansias los cuartos de final.
eldeportivo.com.co / UEFA EURO