América de Cali enfrenta una coyuntura clave. El equipo busca brillar tanto en la Liga BetPlay como en la Copa Sudamericana. En ese contexto, un mensaje cargado de pasión y claridad vino de la voz de uno de sus ídolos, como lo es Adrián Ramos.
En una entrevista con el periodista Jaime Dinas, Ramos dejó una frase que retumba en la sultana del valle: “Me gustaría ser entrenador de América; si no me gustaría ser parte de ese cambio que queremos de ese equipo grande y competitivo”. Esa ambición revela su deseo de trascender como jugador y moldear el proyecto escarlata desde el banquillo.
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Además, Ramos desafió al pasado glorioso del club: “Que no vivamos tanto de la historia, sino del presente, de lo que se haga ahora en el presente, y ojalá que América siga bien“. Con esas palabras, instó a la institución a construir nuevas victorias en lugar de refugiarse en sus laureles.
Su discurso también incluyó una valoración pública hacia la presidenta Marcela Gómez: “Si América hubiese ganado la final de la Copa, los hinchas mirarían diferente; me quedé porque sé lo que ella puede hacer”. Ramos confía en su liderazgo y añadió: “Ojalá se pueda rodear siempre de la mejor manera, de gente que entienda el fútbol como ella lo entiende y ojalá le brinde alegrías al equipo”.
Ramos no se limita a criticar o aconsejar desde la distancia, sino que quiere ser parte del futuro de la ‘mechita’. Su mensaje es un llamado al cambio, a la acción y a la reconstrucción desde el corazón escarlata.
Ahora, América de Cali ya se prepara para enfrentar a Fluminense en los octavos de final de la Sudamericana; mientras tanto, esas palabras de uno de sus hijos predilectos podrían marcar el inicio de una nueva era de liderazgo y ambición.
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