La crisis del América de Cali estalló por completo tras la eliminación en la Copa Sudamericana a manos de Fluminense y la derrota 1-0 contra Bucaramanga en la ida de los octavos de final de la Copa BetPlay.
El ambiente en el Pascual Guerrero es tenso: un estadio vacío y una hinchada indignada reflejan el profundo malestar con la dirigencia, el cuerpo técnico y los jugadores.
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El periodista Iván Mejía lanzó un mensaje contundente en sus redes sociales: “Una nómina mediocre, con un técnico desconocido y desconocedor del medio, una dirigencia sin más ambición que hacer plata para sus bolsillos. ¿Qué podía salir bien?”, escribió, dejando claro que para él el problema va más allá del banco técnico.
El proyecto de Gabriel Raimondi, que llegó con la promesa de un juego vistoso y resultados rápidos, se tambalea después de apenas dos meses. América, lejos de ser protagonista, hoy es sinónimo de frustración para su hinchada.
El propio Mejía agregó otro dardo: “América es un fracaso anunciado, un papelón a la vista”, sentenció. Mientras tanto, la directiva analiza darle al técnico un último partido, este fin de semana contra Alianza, para intentar revertir la situación.
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Si Raimondi no le gana a Alianza FC, su salida sería inminente y América volvería a buscar técnico en medio de la competencia.
La falta de resultados, el pobre nivel futbolístico y las críticas golpean a un club que hace apenas unos años soñaba con pelear títulos. Hoy, la realidad es otra: un gigante del fútbol colombiano sumido en el caos y con un futuro incierto.
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