Deportivo Cali inició su camino en la Copa BetPlay 2025 con una presentación aceptable, pero dejó dudas en su segundo partido.
En Palmaseca, el equipo venció 2-1 a Boca Juniors de Cali gracias al doblete de Andrey Estupiñán. La victoria le dio aire al proceso de reestructuración, que busca recuperar la identidad perdida.
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Sin embargo, en su visita a Bucaramanga, el equipo mostró un rostro muy distinto. Cayó 3-1 en un duelo marcado por errores defensivos, escasa intensidad y una preocupante falta de reacción. La expulsión de Estupiñán reflejó el desorden emocional de un grupo que aún no encuentra equilibrio.
El equipo parece descompensado. Cuando ataca, lo hace con decisión, pero deja espacios atrás que rivales más estructurados aprovechan sin piedad. Contra Boca supo manejar los ritmos del juego. Frente al ‘leopardo’, entregó el control desde temprano y nunca pudo recuperarlo.
Sergio Herrera intenta consolidar una nómina con varios juveniles y algunas piezas experimentadas. La idea es clara, pero la ejecución aún no convence. Los cambios en la alineación no han logrado estabilizar el rendimiento colectivo.
Deportivo Cali suma tres puntos en dos fechas. Aún está a tiempo de corregir, pero necesita mejorar su nivel de juego. Si quiere avanzar, debe encontrar solidez y regularidad cuanto antes.
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