El pasado sábado 23 de septiembre el presidente de Tigres FC, Édgar Páez, fue asesinado luego de que el equipo bogotano enfrentara a Atlético FC por la segunda división del FPC.
Dos sicarios en moto le propinaron varios disparos con pistola cuando el directivo se encontraba con su hija sobre la localidad de Puente Aranda.
Según algunas versiones no oficiales, su asesinato tendría que ver con apuestas deportivas y por las denuncias que hizo en su momento por amaños en la ‘B’ del fútbol local.
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Sin embargo, hay que aclarar que las investigaciones siguen su curso y habrá que esperar la conclusión final para dar un veredicto final.
Este caso lo que ha despertado es cierto temor en las personas porque muchas creen que se podría volver a viejas épocas en las que el fútbol colombiano estuvo marcado por la violencia.
No es secreto que en algún momento nuestro balompié lo marcó el narcotráfico y la violencia. Por ejemplo César Villegas, quien fue miembro de la Junta Directiva de Independiente Santa Fe en dos oportunidades, lo mataron en 2002.
El hombre recibió dineros del Cartel de Cali y luego quiso colaborar con la justicia para rebajar su pena. Se dice que por esta razón lo habrían asesinado.
Otro caso recordado es el de Gustavo Upegui, quien en su momento fue el dueño del Envigado. En 2006, en su finca, paramilitares le habrían dado baja por represalias.
Octavio Piedrahita, Juan Pablo Correa, Jorge Arturo Bustamante, Antonio Roldán, entre otros, son presidentes como Édgar Páez que han asesinado en el mundo del FPC.
Algunas consideraciones de Dimayor
Luego del asesinato de Páez la entidad que rige el fútbol colombiano emitió un comunicado con sus condolencias para su familia y amigos.
Por otra parte, la División Mayor determinó que en los diferentes torneos locales los equipos lleven una cinta negra “como un llamado al respeto por la vida” y en los actos protocolarios se hará un minuto de silencio en su honor.
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Por último, la Dimayor indicó que “invitaremos a los clubes a abrazarse en el terreno de juego, previo al inicio de los encuentros, como una muestra del juego limpio, el rechazo a la violencia y la unión del FPC”.
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