El inicio de la Liga BetPlay I-2026 podría retrasarse pese a que el calendario preliminar fija el arranque para mediados de enero. La razón no pasa por lo deportivo, sino por un debate institucional de seguridad que aún no se resuelve y que condiciona la autorización para jugar.
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El detonante fueron los disturbios registrados en Medellín durante la reciente final de Copa BetPlay. Ese episodio encendió las alarmas del Gobierno y reabrió la discusión sobre fallas en los protocolos, control de accesos e identificación de responsables dentro de los estadios.
Por eso, el Viceministerio del Interior citó a la Dimayor a una mesa de trabajo el 5 de enero. Allí se buscará definir reglas claras antes del pitazo inicial. El mensaje oficial es directo: sin acuerdos mínimos de seguridad, la liga no debería arrancar.
En esa reunión se pondrán sobre la mesa protocolos unificados, la responsabilidad de clubes y autoridades locales, y herramientas pendientes como carnetización e identificación facial.
El Gobierno insiste en que la falta de inversión regional impide aplicar controles efectivos y aumenta el riesgo en eventos masivos.
Desde Dimayor reconocen la sensibilidad del tema. Carlos Mario Zuluaga explicó, para Caracol Radio, que aún no hay un temario cerrado, pero sí la intención de armonizar criterios para evitar improvisaciones y choques de competencias.
Aunque el fixture ya circula, eso no garantiza el arranque en la fecha prevista. Si el 5 de enero no deja acuerdos operativos, el inicio de la Liga BetPlay I-2026 se movería. El fútbol espera luz verde; la seguridad marca el ritmo.
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