El Junior de Barranquilla volvió a demostrar por qué es el líder de la Liga BetPlay 2025-II. En un partido cargado de tensión, el cuadro rojiblanco venció 2-1 a Atlético Bucaramanga en el estadio Metropolitano, con más de 35 mil hinchas presenciando un desenlace lleno de drama y polémica.
El juego comenzó trabado, con pocas opciones de gol y mucha fricción en la mitad del campo. Los locales, dirigidos por Alfredo Arias, buscaban imponer condiciones, pero la puntería les jugó en contra. El primer aviso claro llegó en el minuto 54, cuando Guillermo Paiva falló un penal que pudo abrir el marcador.
El error fue castigado de inmediato. En la siguiente jugada, Faber Gil silenció el Metropolitano con un gol que necesitó revisión del VAR por una supuesta falta previa. Tras varios minutos de espera, la anotación se convalidó y Bucaramanga tomó ventaja.
La reacción tiburona llegó en los minutos finales. Al 89’, el árbitro sancionó otro penalti a favor de Junior. Andrés Rodríguez se encargó de la ejecución y no perdonó para poner el empate. Sin embargo, la verdadera explosión llegó en el tiempo agregado: un tercer penalti, nuevamente polémico, fue señalado a favor del local. Rodríguez repitió desde el punto blanco y sentenció el 2-1 definitivo, desatando la euforia de la afición.
Con esta victoria, Junior llegó a 17 puntos en siete partidos y se mantiene como único líder e invicto del torneo. Bucaramanga, en cambio, se quedó con siete unidades en la casilla 12, lamentando un cierre en el que el arbitraje volvió a ser protagonista.
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