Miguel Ángel Russo marcó una época inolvidable en Millonarios. El argentino llegó en diciembre de 2016 con la misión de levantar a un club que llevaba años sin títulos y lo logró en tiempo récord. Con liderazgo y trabajo silencioso, transformó a un equipo golpeado en un campeón sólido.
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En apenas un año, Russo llevó a los embajadores a la cima del fútbol colombiano. En diciembre de 2017 conquistó la Liga Águila II, venciendo a Santa Fe en una final histórica disputada en Bogotá. El gol de Henry Rojas en El Campín selló la estrella número 15 y devolvió la alegría a una hinchada que esperaba con ansias un título.
El éxito continuó en 2018 con la Superliga Colombiana, esta vez ante Atlético Nacional. Millonarios mostró jerarquía y temple en Medellín para sumar otro trofeo a su vitrina. El argentino consolidó un grupo unido, con referentes como Cadavid, Vikonis y Ayron del Valle, y una identidad basada en el orden táctico.
Aquel año también trajo dificultades personales. Russo enfrentó una grave enfermedad, pero volvió al banquillo con el mismo compromiso. Su carácter y ejemplo fortalecieron aún más su vínculo con los aficionados.
Russo dirigió 97 partidos, con 44 victorias y una efectividad del 55 %. Su legado sigue vivo como uno de los técnicos más queridos y exitosos en la historia moderna de Millonarios.
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