El delantero de 20 años, goleador de la Selección Colombia Sub-20 y canterano de Millonarios, se encuentra en el ojo del huracán. Después de no presentarse a entrenamientos con el club tras finalizar el Mundial Sub-20 el pasado 19 de octubre.
El jugador, que tenía contrato vigente hasta noviembre de 2025, habría decidido no regresar a Bogotá, buscando acelerar su llegada al Cruzeiro de Brasil. Esta actitud generó molestia en la directiva de Millonarios, que evalúa acciones legales ante la FIFA por incumplimiento.
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Las posibles sanciones
De acuerdo con el artículo 17 del Reglamento de la FIFA, cuando un futbolista rompe unilateralmente su contrato sin justa causa, puede enfrentar duros castigos, entre ellos:
- Suspensión de entre 4 y 6 meses de toda actividad profesional.
- Indemnización económica a favor del club afectado.
- Sanción al nuevo equipo —en este caso, Cruzeiro— por inducir la ruptura contractual.
Además, el equipo bogotano podría acudir a la Comisión del Estatuto del Jugador de la FIFA, lo que dejaría sin efecto inmediato cualquier intento del atacante por inscribirse en otra liga, incluyendo la brasileña.
Villarreal, que brilló con la Selección, no logró consolidarse en el primer equipo y, tras su rebeldía, ha roto por completo su relación con Millonarios. Su traspaso a Cruzeiro podría complicarse gravemente si el caso llega a instancias internacionales.
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