Ricardo Galán, periodista de trayectoria y voz respetada en la opinión pública, lanzó un misil que tiene temblando a Millonarios.
“Si fuera empresario no contrataría a ningún jugador de Millonarios. No porque sean malos, sino por su falta de compromiso y lealtad con una empresa que les paga bien y a tiempo y una hinchada que los quiere… Desagradecidos”, escribió en su cuenta de X.
La crítica llega en un momento caliente. El equipo bogotano atraviesa una de sus peores campañas recientes en Liga BetPlay. Perdió 3-1 en Ibagué frente al Tolima, con una expulsión temprana de Alex Castro que condicionó el partido, y hoy marcha en los últimos lugares de la tabla, lejos de la imagen de candidato que tuvo hace apenas un año.
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El mensaje de Galán no cayó en saco roto. Hinchas y analistas replicaron la idea de que el problema no está en la nómina ni en la chequera, sino en la actitud de los jugadores. Antonio Casale, reconocido hincha y periodista, también había advertido que el equipo se ve sin reacción y con una defensa que hace agua en cada jornada.
Galán no es cualquier voz en la tribuna. Fue director de comunicaciones de la Presidencia y ha construido una carrera sólida en medios. Cuando opina, su mensaje pesa y pone el dedo en la llaga: Millonarios cuenta con estabilidad económica, paga puntual y aún así no recibe compromiso en la cancha.
La presión aumenta y el vestuario queda bajo lupa. La hinchada exige reacción inmediata. El calendario no da tregua y la crisis se agrava. La pelota está en los pies de los jugadores: o responden, o la tormenta se convertirá en huracán.
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