Atlético Nacional esperaba recibir una buena suma de dinero por la transferencia de Carlos Cuesta al Spartak de Moscú. El defensor colombiano estuvo cinco días en Rusia para exámenes médicos y detalles finales del negocio, pero el acuerdo se frenó por diferencias entre clubes.
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La operación rondaba los ocho millones de euros, cifra que representaba una ganancia importante para Genk, su anterior club. Nacional, que formó al central y lo vendió en 2019, conserva el 20 % de la plusvalía de cualquier venta. Esto significaba que los antioqueños podían ingresar cerca de 840.000 euros por esa cláusula.
A esa cifra se sumaba el mecanismo de solidaridad FIFA, que premia a los clubes formadores. Con ese adicional, el monto para el ‘verdolaga‘ se acercaba al millón de euros. Una cantidad que llegaba en un momento clave para sus finanzas y que podía aliviar algunos compromisos económicos.
Sin embargo, la caída del fichaje cambia el panorama. Mientras Spartak desistió y Galatasaray analiza qué hacer con el defensor, Nacional se queda a la espera de una nueva oportunidad de negocio. Todo dependerá de si aparece otro club con una oferta formal.
Por ahora, el equipo antioqueño no recibirá el dinero esperado y deberá seguir confiando en que Carlos Cuesta, de 26 años, encuentre mercado en Europa. Su futuro inmediato definirá también los ingresos que puedan llegar a Medellín.
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