Jorge Bava debutó como técnico de Independiente Santa Fe con un empate 1-1 frente a Deportivo Pasto. El partido, disputado en El Campín, dejó sensaciones mixtas y dejó claro que el técnico uruguayo tiene mucho trabajo por delante.
El equipo no mostró cambios drásticos en su formación. Bava mantuvo la base que venía jugando. Ómar Albornoz reemplazó a Alexis Zapata y cumplió. Santa Fe intentó, pero volvió a fallar en el último cuarto de cancha.
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Hugo Rodallega jugó muy solo en el ataque. Mosquera, Frasica y Albornoz no lograron acompañarlo con claridad. El equipo tocó el balón con intención, algo que destaca. Se vio un trabajo ofensivo en construcción, con juego rápido y toques simples, pero sin profundidad.
En defensa, el equipo volvió a mostrar fallas. El gol de Kevin Rendón, que marcó el empate para Pasto, evidenció los desajustes. Le ganó la espalda a Olivera y descolocó a Mosquera Marmolejo. Santa Fe no pudo reaccionar tras el golpe. Dejó pasar la oportunidad de quedarse con el liderato.
El gol de Rodallega fue un alivio. Marcó con un remate potente desde fuera del área. Desató la euforia en El Campín y maquilló un primer tiempo sin brillo. Sin embargo, el segundo tiempo mostró un Santa Fe sin agresividad y sin ideas claras para cerrar el partido.
Los hinchas expresaron su molestia. Más de 10.000 asistentes pidieron actitud y garra. Gritaron por un Santa Fe con más intensidad y ambición. Bava entendió el mensaje: la tabla no refleja el verdadero nivel del equipo.
Santa Fe tiene plantilla, pero necesita dirección y confianza. Jorge Bava ya arrancó su ciclo. Ahora le toca transformar el juego y recuperar la ilusión cardenal.
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