La alegría por la victoria 2-0 de Santa Fe frente a Internacional de Palmira en la Copa BetPlay duró poco. Lo que pintaba para ser una noche de celebración terminó en escándalo por culpa de algunos hinchas que protagonizaron una violenta pelea a las afueras del estadio El Campín.
Según reportes de testigos y videos en redes sociales, miembros de la misma barra del club cardenal se enfrentaron con cuchillos, en medio de gritos, golpes y un caos total que alteró la tranquilidad de la zona. El hecho ocurrió minutos después de finalizado el compromiso y generó pánico entre los asistentes que aún salían del estadio.
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La Policía actuó con rapidez para controlar la situación. A pesar de que no se reportaron víctimas fatales, varias personas resultaron con heridas y fueron trasladadas a centros asistenciales. Las autoridades abrieron una investigación para identificar a los responsables y aplicar las sanciones correspondientes.
Este episodio empaña el buen momento deportivo de Santa Fe, que bajo el mando de Jorge Bava ha recuperado protagonismo en la Liga y avanza con paso firme en la Copa BetPlay. El club no ha emitido un comunicado oficial, pero se espera una postura contundente frente a lo ocurrido.
La Dimayor también deberá tomar cartas en el asunto. La violencia no puede seguir manchando el fútbol colombiano, y menos cuando proviene de la misma hinchada que debería alentar, no agredir. El mensaje debe ser claro: los violentos no tienen cabida en las tribunas. Santa Fe ganó en la cancha, pero perdió en las calles.
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