Ídolo de Santa Fe por poco se convierte en presidente del ‘León’

Julio analizó la oferta, habló con patrocinadores y consultó a su familia.

FOTO: Santa Fe

En 2018, Agustín Julio estuvo a un paso de convertirse en presidente de Santa Fe. El propio César Pastrana, antes de su salida, le propuso tomar el mando. Julio analizó la oferta, habló con patrocinadores y consultó a su familia.

“Me golpeó mucho la propuesta”, aseguró Julio. “Nunca me lo esperé”. Aunque recibió apoyo de varios empresarios, decidió no asumir. La presidencia quedó en manos de Juan Andrés Carreño.

Julio, sin embargo, siguió aportando como gerente. Su conocimiento del ADN santafereño lo consolidó como una pieza fundamental. Muchos hinchas creen que su liderazgo habría fortalecido aún más al club.

La historia pudo haber cambiado. Julio se preparó, revisó cuentas, habló con marcas. Sabía qué necesitaba el club. Pero prefirió continuar en el área deportiva.

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Su decisión fue coherente. Nunca buscó protagonismo. Solo quiso ayudar. Ese gesto lo hizo aún más grande. La hinchada lo valora. Lo sigue viendo como un líder.

El presidente que no fue, pero que actuó siempre como tal. Julio continúa inspirando generaciones con compromiso y lealtad.

Su gestión aportó equilibrio institucional. Apoyó en fichajes clave. Consolidó un modelo de trabajo. Protegió la cantera. Mantuvo el vínculo entre el plantel y la hinchada.

Su voz pesaba en los pasillos del club. Y su figura imponía respeto. Julio construyó desde el silencio. Siempre puso a Santa Fe por encima de todo. Un presidente sin título que gobernó con el corazón.

eldeportivo.com.co

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