Santa Fe se mueve rápido para armar su nómina del segundo semestre. Ya cayeron fichajes con peso: Yairo Moreno, Wbeimar Asprilla, Santiago Tamayo, Joaquín Sosa y Marcelo Meli se suman con ganas de cargar el león al hombro.
Moreno vuelve con prestigio, Asprilla aporta juventud bajo los tres palos, Tamayo regresa desde Tigres con hambre de gloria, Sosa llega como zaguero zurdo curtido en el exterior y Meli aporta experiencia con recorrido en equipos de jerarquía.
En contrapartida, Santa Fe deja ir a Omar Albornoz, Jordy Monroy y Kevin Cuesta. La salida de Albornoz parece definitiva, mientras que Monroy y Cuesta también migran dejando huecos que deberán cubrirse con inteligencia en la plantilla.
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Lo que preocupa en la tribuna es la política de fichajes: la directiva ve muy difícil cerrar incorporaciones de jugadores libres. El club prefiere apuntar a futbolistas con historia en el fútbol colombiano o que entiendan el ADN cardenal. Esa mirada pragmática podría limitar fichajes llamativos, pero busca asegurar cohesión y eficacia en el grupo.
Este enfoque mide con cautela el hambre de títulos contra lo que se puede costear. A la sombra del título del Apertura 2025, el plantel ya arranca con la idea de retener su corona y fortalecer líneas sin apuestas improvisadas que puedan romper el equilibrio interno.
En definitiva, Santa Fe renueva con cabeza fría: suma piezas clave, libera espacio y apuesta por identidad y compromiso. La gran pregunta es si, sin fichajes libres “bombazo”, le alcanzará para sostener el nivel en un semestre que arranca con altas exigencias.
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