Alfredo Arias llegó a Barranquilla este domingo con un objetivo claro: volver a poner a Junior en lo más alto. El uruguayo de 66 años aterrizó en el aeropuerto con una sola consigna: “vengo a ganarles a todos y a ser campeón”, dijo en entrevista con El Heraldo.
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La afición rojiblanca recibió el anuncio con alivio. La experiencia con César Farías dejó secuelas: colero en el grupo y apenas un punto en los últimos cuadrangulares. Las expectativas depositadas en Farías no se cumplieron. Ahora, Arias asume el mando con urgencia y una misión: devolver el protagonismo perdido.
Arias regresa a un terreno conocido. Tras su salida de Deportivo Cali, dirigirá su cuarto equipo en Colombia, luego de pasos por Santa Fe y Medellín en 2023, cuando casi logró el título, precisamente enfrentando a Junior en la final. Cuenta con una cosecha exitosa: campeón con Montevideo Wanderers (2014), Emelec de Ecuador (2017) y Peñarol (2023).
El reto de Alfredo Arias en Junior
La presión no cede. Junior encarará el semestre con dudas: al menos 13 bajas por lesiones y decisiones tácticas, entre ellas Carlos Bacca, Santiago Mele, Teófilo Gutiérrez, Bacca y Caicedo. El club anuncia además una depuración profunda, vendiendo jugadores como Mele y apostando por refuerzos prometedores.
La llegada de Arias no solo despierta ilusión, sino una clara señal de que Junior busca un nuevo arranque. Su historial respalda las expectativas. Sin embargo, el primer desafío está en la cancha: lograr un equipo competitivo con plantel reducido y recuperar a los lesionados mientras llegan nuevos refuerzos.
La hinchada del ‘tiburón’ es optimista: con Arias al frente, el sueño de la Liga renace. Solo queda esperar cómo articulará tácticas y gestión de vestuario para traducir sus palabras en títulos y devolverle la grandeza a Junior.
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