Las polémicas alrededor de Catar 2022 han sido numerosas en los últimos años, pero patrocinadores y difusores cumplirán sus contratos, aunque algunos planean ya gestos o un “acompañamiento crítico” de esta cita suprema del fútbol, la cual será un dilema.
(Le puede interesar: Una mujer arbitrará un partido de Serie A por primera vez)
El Mundial es sin duda una de las grandes vitrinas publicitarias y cada cuatro años atrae a marcas en busca de una exposición masiva. Según la FIFA, la final del Mundial de Rusia 2018 en la que Francia le ganó a Croacia fue seguida por 1.120 millones de telespectadores en todo el planeta.
Sin embargo, la edición de 2022 en Catar está cercada por distintas controversias desde que se concedió la sede al emirato en 2010. Entre ellas, las referentes al impacto medioambiental que tendrá el evento, la situación de las mujeres y de las minorías LGBT en el país o los derechos de los trabajadores migrantes contratados para las obras de preparación del evento y de las infraestructuras ligadas al proyecto.
- Advertisement -
“El objetivo de las marcas con el patrocinio no es estar asociadas a cosas percibidas como problemáticas o negativas”, subraya en declaraciones a la AFP Magali Tézenas du Montcel, directora general de Sporsora, una asociación que agrupa a los actores de la economía del deporte en Francia (anunciantes, difusores…).
– Posiciones intermedias –
Recientemente, varias organizaciones de defensa de los derechos humanos han pedido a los patrocinadores del Mundial de Catar 2022 que apoyen su campaña para la indemnización de los obreros que han trabajado en la preparación del evento, lamentando una serie de abusos y salarios impagados, lo cual genera un gran dilema a pocos meses del torneo.
Doha, por su parte, estima que algunas de esas críticas son injustas y pone especialmente el acento en las reformas al mercado de trabajo.
(Le puede interesar: Argentina goleó a Jamaica con Messi como figura)
A medida que el Mundial (20 noviembre-18 diciembre) se aproxima, las posturas se hacen más o menos radicales según las marcas y los países. Desde ahí se llama a un boicot a posturas más generalmente intermedias, con gestos o mensajes durante el torneo.
Las marcas brasileñas Vivo e Itau acompañarán a la Seleçao en Catar. El operador de telecomunicaciones Vivo considera que no tiene “ninguna influencia” en la elección en la elección del país anfitrión.
Las camisetas de entrenamiento de la selección de Dinamarca lucirán “mensajes críticos”. Dos patrocinadores (Danske Spil y Arbejdernes Landsbank) han aceptado que se reemplacen sus logotipos.
La marca deportiva Hummel anunció este miércoles que disimulará su logotipo en la camiseta de Dinamarca. De esta manera, se hará casi imperceptible, como “protesta contra Catar y por su balance en materia de derechos humanos”.
Los costosos contratos a largo plazo y las campañas de comunicación sobre el Mundial iniciadas hace ya varios meses hacen que sea ilusorio. Es muy probable que pase un boicot de último momento, dice a la AFP Gary Tribou, profesor en marketing deportivo en la Universidad de Estrasburgo.
“Un boicot mediático (…) no sería eficaz”, estima el operador alemán Telekom, que es a la vez patrocinador de la selección de su país y difusor del Mundial, a través de su filial Magenta TV.
eldeportivo.com.co/AFP