Sol, calor, carreteras entre viñedos acariciados por la brisa del Mediterráneo en el sudeste francés. Todos los ingredientes se reunieron este martes para conformar la etapa 16 del Tour de Francia tranquila y plácida, cuyo ritmo monótono sólo se vio interrumpido con victoria al esprint de Jasper Philipsen.
El corredor belga del Alpecin-Deceuninck superó en una de las últimas oportunidades para los velocistas al alemán Phil Bauhaus (Bahrain) y al noruego Alexander Kristoff (Uno-X), mientras que Tadej Pogacar (UAE) conservó el maillot amarillo de líder, con 3 minutos y 9 segundos de ventaja sobre Jonas Vingegaard (Visma), y 5 minutos y 19 segundos sobre Remco Evenepoel (Quick-Step).
Fue un final menos peleado de lo que podía preverse habida cuenta de probablemente no se volverán a reunir las condiciones para una llegada masiva hasta el final en Niza, por lo que los esprínteres debían quemar las naves.
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Caída de Girmay
A ello contribuyó el buen papel del campeón del mundo Mathieu Van der Poel como lanzador de Philipsen, pero sobre todo la caída a escasos hectómetros de meta en una rotonda del eritreo Biniam Girmay, maillot verde de la regularidad, aunque logró levantarse y cruzar la línea de meta.
“Sabíamos que ésta era la última oportunidad para el sprint, que todo el mundo estaría muy nervioso y haría todo lo posible para brillar. Había muchas rotondas en los últimos 10 kilómetros (…) en un momento dado, toqué mi manillar con alguien de EF y nos fuimos al suelo. Por suerte, puedo pedalear”, relató Girmay.
Fue la tercera ocasión en que el corredor del Alpecin-Deceuninck alzó los brazos en esta edición de la ronda gala, igualando a los otros dos vencedores de tres etapas desde la salida en Florencia; su rival por el maillot verde Binian Girmay y el maillot amarillo Tadej Pogacar.
También supuso el noveno triunfo parcial para el belga en el Tour desde su debut en 2019.
Tres victorias en siete días
Enfrentado con la gloria en las nueve primeras etapas, casi hasta la desesperación, el vigente ganador de la Milán-San Remo ha metido la directa desde el primer día de descanso, con tres triunfos en siete días.
Aunque puede que el flamenco haya destapado el tarro de sus esencias demasiado tarde, al menos desde el punto de la pelea por el maillot de la regularidad, en el que le separan 32 puntos de Girmay. Y eso que Philipsen también superó al eritreo del equipo Intermarché-Wanty en el único esprint intermedio del día, que se llevó el francés Bryan Coquard.
“Las victorias son duras de lograr en el Tour. Tres victorias es un muy buen resultado”, declaró Philipsen.
El velocista colombiano del Movistar Fernando Gaviria fue 14º en meta. Y en el que bien ha podido ser el último esprint de su carrera en el Tour de Francia, el veterano británico Mark Cavendish, que llevó el récord de victorias de etapa a 35 en la primera semana del Tour, fue 17º.
A falta de mayores emociones e incluso de los temidos abanicos en la parte final -el viento también pareció tomarse el día de descanso- la anécdota vino de una confusión por parte de un coche del equipo Uno-X, que equivocó el recorrido en una rotonda, haciendo perder tiempo a su corredor Johannes Kulset.
“Da un poco pena por los velocistas que no haya esprint para ellos hasta el final del Tour. Espero que la mayoría no abandone después de hoy”, se sinceró Tadej Pogacar, que vivió un día tranquilo.
eldeportivo.com.co/AFP