El italiano Giulio Pellizzari se llevó este miércoles la 17ª etapa de la Vuelta a España, entre O Barco de Valdeorra y Alto de El Morredero, que se desarrolló sin incidentes tras las protestas propalestinas de los últimos días y que han sacudido la ronda española.
El danés Jonas Vingegaard, cuarto en meta, amplió su ventaja a 50 segundos, dos segundos más sobre el portugués Joao Almeida, al frente de la clasificación general, antes de la contrarreloj individual del jueves en Valladolid.
El británico Tom Pidcock terminó segundo a 16 segundos de Pellizzari, y el australiano Jay Hindley a 18 segundos.
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Los hombres de cabeza se neutralizaron en las montañas calcinadas del Alto del Morredero (8,8 km al 9,7% de promedio), pero Pellizzari, que a sus 21 años es una de las promesas del ciclismo italiano, aprovechó para inaugurar su cuenta de victorias bajo el maillot de su equipo Red Bull Bora.
En la lucha por el maillot rojo, Vingegaard y Almeida no realizaron ningún intento de ataque para rascar más segundos. Incluso, ambos llegaron a hablar al final de la carrera, aparentemente agotados.
Sus sensaciones
“Me hubiera gustado conseguir más diferencia pero estoy contento. No ha sido mi mejor etapa, pero ya pienso en mañana (jueves), me tengo que centrar en dar lo mejor; tengo 50 segundos sobre Joao Almeida, veremos si es suficiente”, afirmó Vingegaard en línea de meta.
“No me he encontrado perfecto, pero estos días pasan. Ahora, me enfocaré en mañana (jueves), en la crono. No tengo magia, así que no sé qué día puede ser el mejor para recortar tiempo”, declaró Almeida a Teledeporte al llegar a la meta.
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“Mañana (contrarreloj en Valladolid), hay que tener las piernas fuertes. Hoy, había viento fuerte de cara, por eso nadie tiraba”, agregó el ciclista luso.
Pidcock, tercero a 2 minutos y 28 segundos de Vingegaard en la general, mantiene una ventaja de 36 segundos sobre Hindley en la lucha por el podio.
La decimoctava etapa será una crono de 27,2 km por Valladolid, ideal para los especialistas pese a tener un pequeño repecho en la parte inicial de un recorrido poco complicado a nivel técnico, ya que discurre la mayor parte por avenidas anchas.
Neutralizar la carrera
Ante la incertidumbre que está generando la situación entre los ciclistas, la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC) expresó su apoyo a la Vuelta, pero también condenó “el terrorismo y el genocidio en Gaza” en un comunicado.
Además, pidió a los manifestantes que en caso de protestar, lo hicieran de forma pacífica, “sin obstaculizar el desarrollo de la competición y con el máximo cuidado hacia los corredores”.
Después, se conoció que varios corredores habían acordado que se neutralizaría la etapa en caso de producirse algún percance durante la carrera.
“Hemos decidido que en caso de incidente neutralizaremos la etapa y dejaremos de correr”, declaró a los medios el australiano Jack Haig del equipo Bahrain, quien actuó como portavoz del pelotón antes de iniciar la etapa en El Barco de Valdeorras.
Los representantes de los 23 equipos se congregaron para determinar si comenzar la etapa y detenerla en caso de incidente, intentar llegar a la meta a toda costa, o no tomar la salida.
Al final, se optó por la primera opción, aunque Vingegaard se mostró a favor de continuar hasta la última jornada de la Vuelta, el domingo en Madrid.
“Creo que estoy un poco más del otro lado”, señaló el danés de Visma – Lease a Bike a la cadena de televisión de su país TV2.
“Me encantaría correr la etapa completa, pero es cierto que los ciclistas no llevamos muchos años uniendo fuerzas”, prosiguió Vingegaard.
Como respuesta a la dimensión que las protestas están alcanzando, la delegación del Gobierno en Madrid reforzará con 1.500 agentes la seguridad de las dos últimas etapas que se disputarán en tierras madrileñas.
eldeportivo.com.co/AFP