Vigente campeón, Tadej Pogacar domina el Tour de Francia 2025 con puño de hierro ante un equipo Visma de Jonas Vingegaard, que, a pesar de su guerrilla permanente y de su milicia de escaladores, parece más que nunca ante una ecuación de difícil solución.
El día de descanso este martes en Toulouse era muy esperado por un pelotón extenuado después de una primera parte particularmente intensa desde la salida en Lille el 5 de julio.
Ante una multitud de aficionados y batiendo récords de audiencia -más de 32 millones de franceses han visto al menos un minuto del Tour, según France Televisions-, esta 112ª edición de la ‘Grande Boucle’ ha estado marcada hasta el momento por los maillots amarillos del irlandés Ben Healy (actual líder de la general) y de Mathieu van der Poel, o por el duelo de velocistas entre Jonathan Milan y Tim Merlier.
(También puede leer: Con su triunfo en Wimbledon 2025, Sinner aumenta su ventaja en el ránking ATP)
Pero, con las montañas de Los Pirineos en el horizonte -llegada el jueves en Hautacam-, se ha instalado una guerra de nervios entre Pogacar y el equipo Visma, que no cesa de tender trampas al campeón del mundo esloveno. Sin éxito por el momento.
En efecto, Pogacar parece inmune en todos los terrenos. Ganador ya de dos etapas y segundo en la general con 1 minuto y 17 segundos de ventaja sobre Jonas Vingegaard, que paga sobre todo su fallida contrarreloj en Caen.
Pero su equipo no cesa de acosar a un Pogacar que empieza a cansarse de la situación.
“Era un poco exasperante con sus ataques, así que decidí atacar yo mismo”, explicó el lunes a los medios eslovenos luego de la etapa por el Macizo Central.
“Comienza a enfadarse”
“Tengo la impresión de que comienza a enfadarse. Nosotros, simplemente tratamos de seguir nuestro plan, que es complicarle la vida lo máximo posible”, explica el belga Victor Campenaerts, presente en la escapada del lunes para servir como punto de apoyo de Vingegaard.
“Tenemos que ser más creativos que sólo rodar lo más rápidamente posible en la última subida”, añade Sepp Kuss, que atacó en el pelotón el lunes, lo mismo que el otro estadounidense del equipo, Matteo Jorgenson.
“Aún no hemos logrado hacerlos ceder. No sabemos si, y cuándo, podrá pasar, pero esperamos nuestro momento”, prosigue Kuss.
(Puede leer acá: Jonathan Milan da por fin una alegría a Italia en el Tour de Francia)
El objetivo de esa guerrilla es claro; “Aislar a Pogacar”, confiesa Grischa Niermann, director deportivo del Visma. El abandono del lugarteniente de Pogacar Joao Almeida y la baja forma de Sivakov, enfermo en los últimos días, acercan ese momento.
Casi funciona el lunes cuando Pogacar se halló solo al final.
“Pero es increíblemente fuerte, es el mejor corredor del mundo, puede ser el mejor de todos los tiempos”, constata Campenaerts.
Y es a Vingegaard al que le corresponde dar el paso y terminar el trabajo. Aunque el lunes, el danés permaneció a rueda de Pogacar sin dar el menos atisbo de querer atacarle. “Soy consciente de que habrá que recortarle tiempo en un momento dado”, reconoce el danés. Aunque por el momento se queda con que “hasta el momento siempre ha logrado seguirlo”.
¿La montaña al rescate?
Bjarne Riis, vencedor del Tour en 1996, desearía ver a su compatriota tomando más riesgos: “No se puede gritar a los cuatro vientos que se es superfuerte y después no atacar. Para mí, no le queda otra opción”, dice en su crónica para el periódico danés BT.
Para ello, Visma espera la alta montaña, el terreno de juego preferido de Vingegaard, donde se mostró superior a Pogacar en 2022 y 2023, sobe todo en la famosa etapa de Granon, que sigue siendo la referencia última para la formación neerlandesa.
“Tenemos unos escaladores extraordinarios”, avisa Matteo Jorgenson.
Pero desde entonces Pogacar ha realizado grandes progresos, minimizando sus dos puntos menos fuertes –altitud y calor– a través de un entrenamiento ajustado.
El triple ganador de Tour parece, a sus 26 años, en el punto álgido de su carrera y ofrece una impresión de invulnerabilidad que devuelve al equipo Visma a la casilla de salida.
eldeportivo.com.co/AFP