Bajado de su pedestal hace dos semanas en Miami, Max Verstappen (Red Bull) tratará de volver a lo más alto este fin de semana en el Gran Premio de Emilia-Romagna de Fórmula 1, aunque las intenciones de Ferrari y McLaren no pasan por ponérselo fácil al triple campeón del mundo.
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Al volante de su superpotente RB20, quizá haya llegado el momento en que ‘Mad Max’, líder del Mundial, deba mirar por el retrovisor. Dominador absoluto desde hace dos años, el vigente campeón neerlandés ya ha dejado escapar dos victorias en seis carreras esta temporada, en Australia en marzo y en Miami a comienzos de mayo.
Ante él, los Ferrari del español Carlos Sainz, vencedor en Australia, y del monegasco Charles Leclerc están al acecho y además este fin de semana corren en casa. El trazado de Emilia-Romagna está a menos de 100 kilómetros de Maranello, su histórica sede, una ocasión para la Scuderia de hacer soñar a sus tifosi.
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En el regreso a Europa del ‘paddock’, la legendaria escudería del ‘Cavallino Rampante’ contará en principio con una serie de mejoras en su SF-24 que, según algunos expertos, podrían reducir significativamente el déficit respecto a los Red Bull.
Antes de la 7ª prueba de la temporada, la escudería italiana (187 puntos) cuenta con 52 puntos de retraso sobre su rival austríaco (239 puntos) en el campeonato de constructores.
Max Verstappen lidera la clasificación de pilotos
Entre los pilotos, aunque Verstappen (136 puntos) sigue monopolizando el primer puesto de la general delante de su compañero mexicano Sergio Pérez (103 puntos). Leclerc, tercero, está a sólo cinco puntos de Pérez, con 98.
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Por detrás de ese trío, el británico Lando Norris es 4º con 83 unidades. Convertido en Miami en el 114º piloto en imponerse en un GP, el piloto de McLaren ciertamente se benefició de un golpe de suerte (un error de la dirección de carrera con el coche de seguridad) para ganar su primer GP en la élite, pero también mostró toda la potencia del MCL38 ante los Red Bull.
eldeportivo.com.co/AFP