Tras ver truncado hace un año su sueño de convertirse en la primera mujer árabe y africana que gana Wimbledon, la tunecina Ons Jabeur volvió a clasificarse el jueves para la final, donde se enfrentará a la checa Marketa Vondrousova.
La número 6 del mundo, de 28 años, logró girar un partido que parecía en su contra para imponerse a la bielorrusa Aryna Sabalenka por 6-7 (5/7), 6-4 y 6-3 en dos horas y 19 minutos.
La carismática Jabeur, que es una estrella en Túnez, donde la apodan “la ministra de la alegría” por su inagotable buen humor. Quiere ser un ejemplo para las mujeres y las niñas de los países árabes y africanos.
Ya aspiró en 2022 a coronarse sobre la hierba de Londres pero perdió la final contra Elena Rybakina.
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Este año, la tunecina se cobró su personal revancha elimando a la kazaja en cuartos de final, con una combinación de determinación, golpes variados y control de sus emociones.
La misma fórmula que en la semifinal la llevó a superar el potentísimo juego de Sabalenka la número dos mundial.
Esta semifinal fue el enfrentamiento entre dos estilos totalmente opuestos: Sabalenka pura potencia física y poca variedad. Jabeur multitud de matices, toques suaves y cambios de ritmo.
Cada una con sus armas frenó largo tiempo a la adversaria, llegando a un inevitable tie-break que se determinó más por los nervios y los errores que por los aciertos.
Después ambas jugadoras soltaron su juego, pero la tunecina logró imponerse en los puntos claves. “Jugó de forma increíble” y también “hubo un poco de suerte”, consideró después la bielorrusa.
Svitolina, “decepcionada”
Estuve “cavando profundo para ganar este partido y esperemos que el torneo”, dijo por su parte Jabeur.
Para ello tendrá sin embargo que superar a la peligrosa checa, de 24 años y número 42 del mundo, que este jueves ya puso fin al sueño de la ucraniana Elina Svitolina.
Esta aspiraba a dar una victoria a su país en guerra, llegando a la final del Grand Slam sobre hierba tres meses después de volver.
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Pero, pese a sus ganas y su agresividad, la exnúmero 3 que ahora juega en la posición 76. Se mostró impotente ante el juego de la checa, más rápida, más certera, con mejor saque, menos errores y mayor confianza a proximidad de la red.
Es la tercera caída de Svitolina en semifinales de un Grand Slam, tras Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos en 2019, y aseguró sentir no haber dado una alegría a su país devastado por la guerra.
Vondrousova, que ya disputó la final de Roland Garros en 2019 y recientemente se recuperó de una operación de muñeca, explicó que estuvo “muy nerviosa todo el partido” contra Svitolina, que “es una gran luchadora”.
eldeportivo.com.co/ AFP