La bielorrusa Aryna Sabalenka, número dos del tenis femenino, tendrá una segunda oportunidad de conquistar el US Open en una final que la enfrentará el sábado con la tenista local Jessica Pegula.
Sabalenka venció en su semifinal a la estadounidense Emma Navarro por 6-3 y 7-6 (7/2) y evitó así una final entre jugadoras locales en el torneo de Grand Slam de Nueva York.
En la otra semifinal, Pegula firmó una vibrante remontada ante la checa Karolina Muchova para vencer 1-6, 6-4 y 6-2 y avanzar a la primera final de un torneo grande de su carrera.
Pegula y Sabalenka ya chocaron el pasado 19 de agosto en la final del WTA 1000 de Cincinnati, en la que se impuso la bielorrusa en sets corridos.
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“Es una locura que nos volvamos a ver en una final”, dijo Pegula tras su emocionante triunfo frente a sus 20.000 aficionados de la pista central de Nueva York.
“Aryna ya mostró lo dura que es. Posiblemente es la favorita para ganar el trofeo, pero ojalá yo pueda tener una revancha de Cincinnati”, afirmó.
Sabalenka, doble campeona del Abierto de Australia (2023 y 2024), lanzó un reproche a la grada neoyorquina tras su victoria ante Navarro por el escaso apoyo recibido.
“Ahora me aplauden. Wow. Es un poco tarde”, espetó la bielorrusa, todavía dolida por la olla a presión que vivió en la final perdida el año pasado ante la joya local Coco Gauff.
Desafiada en un feroz segundo set por Navarro, la gran revelación del torneo, Sabalenka supo ahuyentar los fantasmas de la derrota ante Gauff, en la que dejó escapar un set de ventaja.
Recorrido de ensueño
Navarro tuvo en el segundo set una ventaja de 5-6 y otra de 0/2 en el ‘tiebreak’ antes de que Sabalenka impusiera su descomunal derecha y le impidiera sumar un sólo punto más.
“Lo que pensé fue: ‘No esta vez'”, dijo Sabalenka sobre su reacción. “Me puse un poco emocional y tuve este pequeño ‘flashback’ de la final del año pasado, por el ambiente del público. Estoy muy contenta de las lecciones aprendidas”.
De su lado, Navarro, de 23 años, entrará por primera vez en el top-10 gracias a un torneo de ensueño en su natal Nueva York en el que destronó en octavos de final a Coco Gauff y alcanzó su primera semifinal de un Grand Slam.
“Obviamente es decepcionante no haber podido ganar hoy, cuando parecía que le había hincado el diente al final del segundo set y sentía que podía llevarlo al tercero. Pero no pude lograrlo, ella jugó muy bien en el último momento”, reconoció la hija del magnate Ben Navarro, dueño de la firma bancaria Credit One.
Pegula remonta ante Muchova
La derrota de Navarro acabó con las ilusiones del público local de tener una final femenina entre estadounidenses por primera vez desde 2017.
El desengaño parecía que iba a ser completo cuando Karolina Muchova comenzó la segunda semifinal arrollando a Jessica Pegula pero la jugadora de Buffalo (estado de Nueva York) se rehízo hasta imponerse por por 1-6, 6-4 y 6-2.
A sus 30 años, Pegula vive el mejor momento de su carrera con un tenis inexpugnable que la llevó a conquistar en agosto el WTA 1000 de Canadá.
El jueves fue capaz de recuperarse de un set en contra y 0-2 en el segundo frente a la talentosa Muchova, de vuelta a su máximo nivel tras la lesión de muñeca que la tuvo nueve meses de baja.
“No sé cómo le di la vuelta, honestamente”, reconoció Pegula. “Al principio me hizo parecer una principiante. Yo estaba casi en lágrimas porque era vergonzoso, me estaba destruyendo”.
“Pero recuperé mis piernas y al final del segundo set comencé a jugar como quería”, se felicitó Pegula tras un gran triunfo que celebró en la grada su padre, Terry, el propietario de los Buffalo Bills de la NFL.
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Frente a la prensa, Muchova señaló que el punto de inflexión en el duelo fue una volea que erró en la red y que hubiera podido adelantarla 0-3 en el segundo set.
“Empecé muy bien en el primer set pero en realidad todo era demasiado fácil y yo sabía que no va a ir así todo el tiempo”, recordó. “Cuando fallé la volea sentí un cambio y ella empezó a jugar muy sólido. Fue difícil hacer puntos después, ella estaba en todas partes”.
Pegula se encontraba ante su primera oportunidad en unas semifinales de Grand Slam, después de seis eliminaciones anteriores en cuartos, y había dejado fuera del certamen el miércoles a la número uno mundial, Iga Swiatek.
“Llegar a una final de Grand Slam en casa es lo que quería cuando era niña”, se felicitó. “Fue tanto trabajo duro, ni siquiera se pueden imaginar, pero obviamente quiero ganar el título”.
eldeportivo.com.co / AFP